miércoles, 14 de octubre de 2020

 MARGARET ATWOOD (Ottawa, 1939)


RESPONSABLE

¿Cómo me hice tan responsable? ¿Es que siempre fui así?
De niña iba por casa con una escoba y un recogedor de miniatura,
barriendo migas que no había tirado yo,
o en el jardín, con un rastrillo de juguete,
arrancaba las malas hierbas de otros
-las migas volvían a caer, las hierba crecía, pese a mis esfuerzos-,
y siempre con un gesto de reproche
por la negligencia de los otros, y por ser una esclava.
Yo no hacía esas tareas por voluntad propia.
Quería estar en el río, o bailando,
pero había algo que me agarraba por el cuello.
Ésa soy yo también, años después, hecha una pena y ojerosa,
porque el trabajo que había que terminar no estaba acabado, y trasnochaba,
gruñona como una serpiente, tomando mucho café
y lo que es más, en medio de esos grupos que se quejan
y refunfuñan, y de la súplica de siempre:
¡Alguien tiene que hacer algo!,
ahí estaba mi mano alzándose.

Pero he dimitido. He enterrado ese eco que me agarraba.
He decidido llevar gafas de sol, y un collar
adornado con la dorada palabra NO,
y comer flores que no planté yo.
Aún así, ¿por qué me siento tan responsable
por el llanto de las casas hechas añicos,
por los defectos congénitos y las guerras injustas,
y la suave, insoportable tristeza
que se filtra desde las estrellas remotas?

Margaret Atwood, de La puerta (2007)

Esta escritora canadiense está considerada una de las principales figuras del mundo de las letras en la actualidad.

Empezó escribiendo poesía, después relatos y su maestría la ha demostrado en la novela, como El cuento de la criada (en la que se ha basado la famosa serie).

Su temática es muy variada y comprometida con los derechos humanos.

Ha recibido numerosos galardones entre los que se encuentran el Booker o el Príncipe de Asturias de las Letras. 
En el poema defiende el derecho de las mujeres a centrarse en sí mismas y a no estar siempre disponibles. 




No hay comentarios: