miércoles, 23 de febrero de 2011

Poema colectivo


El azar enlazó nuestras miradas,
tu sonrisa me cautivó
y tu aire de princesa
conquistó mi corazón.
Mi anhelo era tu boca
entre telas del mercado,
las especias y las mieles,
fieles testigos callados.
Estabas, mi amor prohibido,
encerrada en el alcázar.
Al zoco a comprar acudías
cada mañana me encontrabas.
A Dios rogaba verte cada día;
tú a Alá que uniera nuestras vidas.
Tú eras mora; yo, cristiano.
Tú eras noble; yo, un esclavo.
Poco a poco nos conocimos,
nos hablamos a escondidas,
pero nunca sospechamos
que alguien nos delataría.
En la calle de las flores
Una noche nos besamos.
A la luz de los candiles
nos habían encontrado.
De la mano, sin rumbo fijo,
huíamos perseguidos.
Descubierto fue nuestro amor.
Ahora todo acabó.
El tiempo ha pasado
encerrados en esta prisión.
En vez de celdas ni rejas,
la cuna y la religión.
Aún conservo tu aroma,
tu tacto de terciopelo
y tu recuerdo que hiere
por las noches, cuando velo.
¿Por qué no estás a mi lado?
¿Tanto valor puede tener
nuestro opuesto linaje
o nuestra distinta fe?

Chance crossed our glances,
your smile captivated me
and your princess air
won my heart.
Wishing your lips
among the market cloths,
spices and honey,
faithful silent witnesses.


Were you, my forbidden love,
shut up in the palace
You used to come to the souk to buy
every morning you found me.
I begged God to see you every day;
you begged Allah to join our lives.
You were Moorish: I, Christian.
You were noble; I, a slave
We knew each other little by little,
we talked secretly,
but we could never suspect
someone would betray us.
On the street full of flowers
one night we kissed.
In the light of the candles
they had found us.
Hand in hand, without direction,
we fled persecuted.
Our love was discovered.
Now, it’s all over.
Time has passed
Shut up in this prison.
Instead of cells or grilles,
cradles and religion.
I even retain your aroma
your velvet touch
and your hurting memory
at night, when I stay up.
Why aren't you by my side?
So much valour can
our opposite lineage
or our different faith have?
 
ESCRITO Y TRADUCIDO POR EL ALUMNADO DE 4º D

domingo, 20 de febrero de 2011

Mario Benedetti














Táctica y estrategia


Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

Mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

Mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

Mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.

Mario Benedetti


ELEGIDO POR CRSITINA FERNÁNDEZ GAÑÁN ( 4º D)

Si quieres oír a Benedetti recitar el poema, haz click en el vídeo:


domingo, 13 de febrero de 2011

Pedro Salinas

Qué alegría vivir
sintiéndote vivido.
Rendirse
a la gran certidumbre, oscuramente,
de que otro ser, fuera de mí, muy lejos
me está viviendo.
Que cuando los espejos, los espías,
azogues, almas cortas, aseguran
que estoy aquí, yo, inmóvil,
con los ojos cerrados y los labios,
negándome al amor
de la luz, de la flor y de los nombres,
la verdad transmisible es que camino
sin mis pasos, con otros
allá lejos, y allí
estoy besando flores, luces, hablo.
Que hay otro ser, por el que miro el mundo,
porque me está queriendo con sus ojos.
Que hay otra voz con la que digo cosas
no sospechadas por mi gran silencio;
y sé que también me quiere con su voz.
La vida - ¡qué transporte ya! -, ignorancia
de lo que son mis actos, que ella hace,
en que ella vive, doble, suya y mía.
Y cuando ella me hable
de un cielo oscuro, de un paisaje blanco,
recordaré estrellas que no vi, que ella miraba,
y nieve que nevaba allá en su cielo.
Con la extraña delicia de acordarse
de haber tocado lo que no toqué
sino con esas manos que no alcanzo
a coger con las mías, tan distantes.
Y todo enajenado podrá el cuerpo
descansar, quieto, muerto ya. Morirse
en la alta confianza
de que este vivir mío no era solo
mi vivir: era el nuestro. Y que me vive
otro ser de la no muerte.

Pedro Salinas

ELEGIDO POR CARMEN BERNETE

miércoles, 2 de febrero de 2011

Francisco de Quevedo

Camino de Santidad

Ésta es la información, éste el proceso
del hombre que ha de ser canonizado,
en quien, si es que vió el Mundo algún pecado,
adviritió penitencia con exceso.
Doce años de su suegra estuvo preso,
a mujer y a su sueldo condenado;
vivió bajo poder de su cuñado,
tuvo un hijo no más, tonto y travieso.
Nunca rico se vió con oro o cobre,
vivió siempre contento, aunque desnudo,
no hay incomodidad que no le sobre.
Moró entre un herrador y un tartamudo,
fue mártir, porque fue casado y pobre,
hizo un milagro, y fue:! no ser cornudo!

FRANCISCO DE QUEVEDO Y VILLEGAS (1580-1645)

ELEGIDO POR NANI ESCAMILLA MARTOS