LIFE
VEST UNDER YOUR SEAT
Señores pasajeros buenas tardes
Señores pasajeros buenas tardes
y
Nueva York al fondo todavía,
delicadas
las torres de Manhattan
con
la luz sumergida en una muchacha triste,
buenas
tardes señores pasajeros,
mantendremos
en vuelo doce mil pies de altura,
altos
como su cuerpo en el pasillo
de
la Universidad, una pregunta,
podría
repetirme el título del libro,
cumpliendo
normas internacionales,
las
cuatro ventanillas de emergencia,
pero
habrá que cenar, tal vez alguna copa,
casi
vivir sin vínculo y sin límites,
modos
de ver la noche y estar en los cristales
del
alba, regresando,
y
muchas otras noches regresando
bajo
edificios de temblor acuático,
a
una velocidad de novecientos
kilómetros,
te dije
que
nunca resistí las despedidas,
al
aeropuerto no,
prefiero
tu recuerdo por mi casa,
apoyado
en el piano del Bar Andalucía,
bajo
el cielo violeta
de
los amaneceres de Manhattan,
igual
que dos desnudos en penumbra
con
Nueva York al fondo, todavía
al
aeropuerto no,
rogamos
hagan uso
del
cinturón, no fumen
hasta
que despeguemos,
cuiden
que estén derechos los respaldos,
me
tienes que llamar, de sus asientos.
LUIS
GARCÍA MONTERO (1959). De Habitaciones separadas,
Madrid, Hiperión, 1994.