domingo, 26 de enero de 2014

William Blake


 
Antaeus setting down Dante and Vergil, por W. Blake



El tigre

Tigre, tigre, que te enciendes en luz
por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
pudo idear tu terrible simetría?

¿En qué profundidades distantes,
en qué cielos ardió el fuego de tus ojos?
¿Con qué alas osó elevarse?
¿Qué mano osó tomar ese fuego?

¿Y qué hombro, y qué arte
pudo tejer la nervadura de tu corazón?
Y al comenzar los latidos de tu corazón,
¿qué mano terrible? ¿Qué terribles pies?

¿Qué martillo? ¿Qué cadena?
¿En qué horno se templó tu cerebro?
¿En qué yunque?
¿Qué tremendas garras osaron
sus mortales terrores dominar?

Cuando las estrellas arrojaron sus lanzas
y bañaron los cielos con sus lágrimas
¿sonrió al ver su obra?
¿Quien hizo al cordero fue quien te hizo?

Tigre, tigre, que te enciendes en luz,
por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
osó idear tu terrible simetría?

Versión de Antonio Restrepo

WILLIAM BLAKE (Londres 1757- 1827)

martes, 21 de enero de 2014

Luis Alberto de Cuenca



Logo de la Biblioteca Nacional de España (Madrid)




   La noche blanca

    Cuando la sombra cae, se dilatan tus ojos,
    se hincha tu pecho joven y tiemblan las aletas
    de tu nariz, mordidas por el dulce veneno,
    y, terrible y alegre, tu alma se despereza.
    Qué blanca está la noche del placer. Cómo invita
    a cambiar estas manos por garras de pantera
    y dibujar con ellas en tu cuerpo desnudo
    corazones partidos por delicadas flechas.
    Nieva sobre el espejo de las celebraciones
    y la nieve eterniza el festín de tus labios.
    Todo es furia y sonido de amor en esta hora
    que beatifica besos y canoniza abrazos.
    Para ti, pecadora, escribo cuando el alba
    me baña en su luz pálida y tú ya te has marchado.
    Por ti, cuando el rocío bautiza las ciudades,
    tomo la pluma, lleno de tu recuerdo, y ardo.


LUIS ALBERTO DE CUENCA, De "El otro sueño" (1987).


 

domingo, 19 de enero de 2014

Juan Gelman


Portada del diario porteño Página 12 del 15 de enero de 2014

Mujeres

decir que esa mujer era dos mujeres es decir poquito debía tener unas 12397
mujeres en su mujer era difícil saber con quién trataba uno en ese pueblo de mujeres ejemplo:

yacíamos en un lecho de amor
ella era un alba de algas fosforescentes
cuando la fui a abrazar se convirtió en singapur llena de perros que aullaban

recuerdo cuando se apareció envuelta en rosas de agadir
parecía una constelación en la tierra
parecía que la cruz del sur había bajado a la tierra
esa mujer brillaba como la luna de su voz derecha

como el sol que se ponía en su voz
en las rosas estaban escritos todos los nombres de esa mujer menos uno
y cuando se dio vuelta
su nuca era el plan económico
tenía miles de cifras y la balanza de muertes favorables a la dictadura militar nunca sabía uno adónde iba a parar esa mujer
yo estaba ligeramente desconcertado
una noche le golpié el hombro para ver con quién era y vi en sus
                                                                          ojos desiertos un camello
a veces
esa mujer era la banda municipal de mi pueblo
tocaba dulces valses hasta que el trombón empezaba a desafinar
y los demás desafinaban con él
esa mujer tenía la memoria desafinada

usté podía amarla hasta el delirio
hacerle crecer días del sexo tembloroso
hacerla volar como pajarito de sábana
al día siguiente se despertaba hablando de malevich

la memoria le andaba como un reloj con rabia
a las tres de la tarde se acordaba del mulo que le pateó la infancia una noche del ser
                                                                                                ellaba mucho esa mujer y
la devoraron todos los fantasmas que pudo alimentar con sus miles de mujeres
y era una banda municipal desafinada
yéndose por las sombras de la placita de mi pueblo

yo compañeros una noche como ésta que nos empapan los rostros que a lo mejor morimos
monté en el camellito que esperaba en sus ojos y me fui de las costas tibias de esa mujer

callado como un niño bajo los gordos buitres que me comen de todo menos el pensamiento de cuando ella se unía como un ramo de dulzura y lo tiraba en la tarde
JUAN GELMAN (1930-2014) 
 

domingo, 12 de enero de 2014

Fray Luis de León

Estatua de Fray Luis de León frente a la Universidad de Salamanca

Oda a Francisco Salinas

A Francisco Salinas
Catedrático de Música de la Universidad de Salamanca


El aire se serena
y viste de hermosura y luz no usada,
Salinas, cuando suena
la música estremada,
por vuestra sabia mano gobernada.

A cuyo son divino
el alma, que en olvido está sumida,
torna a cobrar el tino
y memoria perdida
de su origen primera esclarecida.

Y como se conoce,
en suerte y pensamientos se mejora;
el oro desconoce,
que el vulgo vil adora,
la belleza caduca, engañadora.

Traspasa el aire todo
hasta llegar a la más alta esfera,
y oye allí otro modo
de no perecedera
música, que es la fuente y la primera.

Ve cómo el gran maestro,
aquesta inmensa cítara aplicado,
con movimiento diestro
produce el son sagrado,
con que este eterno templo es sustentado.

Y como está compuesta
de números concordes, luego envía
consonante respuesta;
y entrambas a porfía
se mezcla una dulcísima armonía.

Aquí la alma navega
por un mar de dulzura, y finalmente
en él ansí se anega
que ningún accidente
estraño y peregrino oye o siente.

¡Oh, desmayo dichoso!
¡Oh, muerte que das vida! ¡Oh, dulce olvido!
¡Durase en tu reposo,
sin ser restituido
jamás a aqueste bajo y vil sentido!

A este bien os llamo,
gloria del apolíneo sacro coro,
amigos a quien amo
sobre todo tesoro;
que todo lo visible es triste lloro.
¡Oh, suene de continuo,
Salinas, vuestro son en mis oídos,
por quien al bien divino
despiertan los sentidos
quedando a lo demás amortecidos!

FRAY LUIS DE LEÓN (1527-1591)

martes, 7 de enero de 2014

José María Álvarez


Portada de Museo de cera, de José María Álvarez, editorial Hiperión, Madrid, 1977.
Margull
                         Hace el amor gran villanía al no enlazarte a ti
                                                                                  Jacopo da Lentino

Como un desnudo con alhajas
la noche de verano languidece
en este bar junto a las aguas.
Desazón del calor. Una música ingrata
que impide hablar. Y esos seres
(en los que nada reconoces)
ofrendando a la madrugada su vacío
de alcohol y drogas...

Y de pronto, en medio de esos rostros,
el tuyo. Esa mirada alegre,
ese gesto risueño, esa
vitalidad deslumbrante que
como dando saltitos
se exhibe ante mí.

                                 Una vez más, la vida
ha sido generosa; me permite
contemplar la delicia de una juventud
en su esplendor, imaginar mis manos
acariciando esa piel suave,
y a mis labios besando ese pelo salvaje,
esas sienes, esa boca, ese vientre,
soñando el calor y el olor de ese cuerpo.

Sí. Y este viejo corazón,
como si no estuviera hastiado,
como si aún tuviera diecisiete años,
se alboroza, tiembla.

Y estos viejos ojos
de los que se ha borrado la vileza de este sitio,
el sinsentido de esta noche,
agradecen vivir -¿A quién, a qué? Al Deseo.
Que como ciertos libros, como algunas
obras de arte
es lo único ya
que hace soportable la existencia.


JOSÉ MARÍA ALVAREZ, Museo de cera (1960-2014)


viernes, 3 de enero de 2014

Ada Salas



No conozco unos ojos más limpios

 
No conozco unos ojos más limpios
que los tuyos. Estás en ellos
y a la vez están
las cosas que tú ves
como las ves: el pájaro
no el vuelo. Y siempre te sorprendes
si te digo
las cosas que se dicen
los que aman. Me miras
y me enseñas
que el cuerpo del amor
-como tus ojos-
no precisa
palabras. Que es
-como tus ojos-
transparente.

ADA SALAS,  Esto no es el silencio (2007), XV Premio de Poesía Ciudad de Córdoba “Ricardo Molina”. Editorial Hiperión, Madrid, 2008. 78 páginas.

miércoles, 1 de enero de 2014

Mejores libros de poesía de 2013



La revista Babelia, editada por el periódico EL PAÍS, ha preguntado a todos sus colaboradores y ha preparado varias listas de libros de todo el año que termina. He aquí la lista de poesía de 2013, que puedes comparar con la de 2012:

POESÍA EN ESPAÑOL

1. Obra completa (1935-1977). Blas Otero. Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores.
2. Escritos en la corteza de los árboles. Julia Uceda. Fundación José Manuel Lara.
3. Insumisión. Eduardo Moga. Vaso Roto
4. Nueva York después de muerto. Antonio Hernández. Calambur
5. Limbo y otros poemas. Ada Salas. Pre-Textos