lunes, 26 de noviembre de 2018



ALBA MOON
(Contaremos con su presencia en BLASLECTURAS el próximo día 3 de diciembre en la Biblioteca)



Virgo Bellatrix

Nací mujer y me desahogo.
Me duelo en las noches
cuando la tormenta golpea la señal de vida
que no duerme en mí.
Nací mujer y decido sobre mis entrañas
porque soy de lava
y no quiero reducirme a cenizas.
Nací mujer y opino.
Soy una fuente de palabras
llenas de certeza
que buscan formar parte de la historia.
Nací mujer y odio los cuchillos
la fregona
las ollas exprés
y los días de limpieza.
Nací mujer y me desordeno
para escapar de los prejuicios
de los tacones
de la piel tersa
y del rechazo a las marcas del tiempo.
Nací mujer y quiero orgasmos.
Deseo dar amor
sin arrepentirme de quién me haya hecho
temblar.
Nací mujer y tengo senos
que no he de ocultar.
Nací mujer y trabajo
porque soy capaz de valerme
entre miradas de testosterona
que mezclan
despostismo y obscenidad.
Nací mujer y soy madre,
pero tengo derecho
a una vida más allá de biberones.
Nací mujer y me caso
si quiero hacerlo
y vivo en soledad
si me apetece.
Nací mujer y odio los halagos
de hombres deshonestos.
Nací mujer y denuncio
el silencio tras un velo
la violación de un cuerpo
el grito ahogado de mis ancestros
y la desigualdad.
Porque nací mujer y sangro
pero nunca
dejo de luchar.


Alba Moon (Córdoba, 1993).Graduada en Filología Hispánica por la Universidad. 
 Sus poemas están publicados en diversas revistas nacionales. Forma parte de la antología de poesía emergente cordobesa La punta del Iceberg(Ediciones en Huida, 2016), Antología de Poesía Erótica (Diversidad Literaria, 2016), 12 poemas, 12 miradas (Dinamo Poética, 2016) y las antologías de Anónimos 2.1, 2.2 y 2.3 de Cosmopoética. 
Ganadora del II Certamen de Poesía y Microrrelato de Dinamo Poética (2017) y finalista de la V edición de Ucopoética (2017). 
Actualmente es cofundadora y secretaría de la asociación cultural, literaria y feminista DesnudArte Creando. 


lunes, 19 de noviembre de 2018



A tiempo
No hay más nada ni música
abriendo ventanas.
El olor nauseabundo anuncia la presencia.
Todos sabemos cerrar las puertas a tiempo.
A veces, por una rendija, entra el río
con el sol flotando.
El viento, mudo,
invita al cielo a sorprendernos.
Llueve. Y no hay más.
Solo música.
Cecilia Silveira nació en Montevideo (Uruguay), en 1964.Vive desde el año 2000 en Córdoba (España), donde participa en talleres de creación literaria. Ha publicado poemas en las antologías de “Anónimos”, en Cosmopoética. Pertenece a la Asociación Cultural “Mucho Cuento” de Córdoba.Sigue escribiendo poemas.El día 26 de noviembre tendremos el placer de escucharla  en la Biblioteca de nuestro centro como escritorainvitada a BLASLECTURAS.

lunes, 12 de noviembre de 2018

La construcción de un sueño

Siempre hay tiempo para un sueño.
Siempre es tiempo de dejarse llevar
por una pasión que nos arrastre hacia el deseo.
Siempre es posible encontrar la fuerza
necesaria para alzar el vuelo y dirigirse hacia
lo alto.
Y es allí, y solo allí, en la altura, donde
podemos desplegar nuestras alas en toda su
extensión.                                                         

                                                                                                                            Dulce Chacón
Solo allí, en lo más alto de nosotros mismos,
en lo más profundo de nuestras inquietudes,
podremos separar los brazos, y volar.

Dulce Chacón nació en Zafra, Badajoz, el 3 de junio de 1954, hermana gemela de la también escritora Inma Chacón (Tiempo de arena). Magnifica narradora y poeta extremeña, ha publicado grandes novelas como La voz dormida donde manifiesta sus compromiso social y político, esta novela ha sido llevada al cine con gran éxito. Murió en  Madrid, el 3 de diciembre de 2003.
Su marido la definió como "una luchadora de izquierdas agnóstica y peleona, su mejor arma era la palabra y la escritura".

lunes, 5 de noviembre de 2018

EDUARDO GARCÍA


Las puertas


Al fondo de mí mismo hay cuatro puertas.
Desciendo por el pozo hacia los hondos
canales que me surcan. Pecho adentro
cruzo la oscuridad a ciegas. Voy
palpando las paredes. Ahora el aire
es más puro. Vislumbro el resplandor:

la puerta del jardín de los deseos,
la puerta del instante prodigioso,
la puerta de la infancia recobrada.

Huele a ausencia de pronto un viento frío.
Siento a mi espalda un hueco impenetrable:
por las hondas rendijas de tinieblas
mana un silencio atroz. Detengo el paso.

Mientras florezcan firmes mis deseos
y me aguarde el instante y el prodigio
y la luz en los patios de la infancia,
no cruzaré el umbral, la cuarta puerta,
no pisaré esa nada imponderable.


Este poema forma parte del libro Horizonte o frontera de nuestro inolvidable compañero Eduardo García con el que tuvimos la suerte de compartir unos años de profesión y amistad. Siempre te tendremos en el corazón y en nuestra Biblioteca, que lleva tu nombre.