Debiera ahora deciros: "Amigos.
muchas gracias"; y sentarme. pero sin ripios.
Permitidme que os lo diga en tono lírico,
en verso, sí, pero libre y de capricho.
Amigos:
dentro de unos días me veré rodeado de chicos,
de chicos torpes y listos,
y dóciles y ariscos,
a muchas leguas de este Santander mío,
en un pueblo antiguo,
tranquilo
y frío.
Y les hablaré de versos y de hemistiquios,
y del Dante, y de Shakespeare, y de Moratín (hijo),
y de pluscuamperfectos y de participios.
Y el uno bostezará y el otro me hará un guiño,
y otro, seguramente el más listo,
me pondrá un alias definitivo.
Y así pasarán cursos y cursos, monótonos y prolijos.
Pero un día tendré un discípulo,
un verdadero discípulo,
y moldearé su alma de niño
y le haré hacerse nuevo y distinto,
distinto de mí y de todos; él mismo,
y me guardará respeto y cariño.
Y ahora yo os digo:
Amigos,
brindemos por ese niño,
por ese predilecto discípulo,
por que mis dedos rígidos
acierten a modelar su espíritu
y mi llama lírica prenda en su corazón virgíneo,
y por que siga su camino intacto y limpio.
y por que este mi discípulo,
que inmortalizará mi nombre y mi apellido,
...sea el hijo,
el hijo
de uno de vosotros, amigos.
GERARDO DIEGO (1896-1987)
ELEGIDO POR ANA CABELLO Y GLORIA GARCÍA
1 comentario:
La elección de este poema de Gerardo Diego dedicado a la función del profesor se debe a que el viernes 26 es el día de la Educación el viernes.
Gerardo Diego lo dirige a sus amigos, que lo felicitan por conseguir su plaza como profesor en Santander
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