viernes, 24 de octubre de 2008

Claudio Rodríguez

Lo que no es sueño

Déjame que te hable, en esta hora
de dolor, con alegres
palabras.
Que a pesar y aun ahora
que estamos en derrota, nunca en doma,
el dolor es el huésped,
la alegría, la casa.

Que el dolor es la miel,
símbolo de muerte, y la alegría
es agria, seca, nueva,
lo único que tiene
verdadero sentido.

Déjame que, con vieja
sabiduría, diga:
a pesar, a pesar
de todos los pesares
y aunque sea a veces muy dolorosa y aunque
sea a veces inmunda, siempre, siempre
la más honda verdad es la alegría.

La que de un río turbio
hace aguas limpias,
la que hace que te diga
estas palabras tan indignas ahora,
la que nos llega como
llega la noche y llega la mañana,
como llega a la orilla
la ola:

irremediablemente.


CLAUDIO RODRÍGUEZ (1934-99)

ELEGIDO POR Mª DOLORES FERNÁNDEZ TAGUAS

1 comentario:

ana cabello dijo...

Mariló Fdez. Taguas comenta:

Como ocurre siempre con la buena poesía, te toca en lo más hondo, materializa en palabras bellas lo que tu solo intuias.Este poema me lo mandó un amigo que me conoce bien y que intuia que volvía a estar tristona por la muerte de mi madre. Su contenido es para mi más que una certeza, un deseo: "estamos condenados a ser felices"-...y la alegría volverá irremediablemente, como una ola-.

Cuando el Arte conmueve a un ser humano, lo puede hacer con otros miles, cada cual lo aplicará a sus circunstancias y sacará lo mejor de su mensaje. Es la maravilla del hecho artístico, que consigue despertar los sentimientos, y la poesía y la música lo hacen de la manera más sublime.