El
IES
Blas Infante
homenajeó el pasado jueves día 27 de octubre al profesor y poeta
desaparecido Eduardo García. Seis meses después de su muerte, la
Comunidad educativa del Instituto, el profesorado, el alumnado y el
personal no docente le ofrecieron un acto sencillo y, a la vez,
emotivo, en el que vibraron las palabras y resonaron los ecos del
profesor desaparecido. En el acto, la alumna Noelia
Canovaca
leyó unas bellas palabras de recuerdo, que bien pudieran ser
pronunciadas por cualquiera de nosotros:
Para
Eduardo
''Aquí
nos encontramos todos los que apreciábamos a Eduardo, mudos porque
las palabras se fueron cuando él se marchó, pero fuertes porque él
lo querría así. Y yo, hablando desde la inexperiencia, pues tan
sólo fui una alumna suya, me atrevo a decir que este hombre, este
gran poeta, Eduardo García, ha significado mucho en mi vida.
En
lo personal, me ayudaba a escribir. Eduardo sabía lo mucho que me
interesaba la escritura y siempre me aportaba nuevas ideas para
mejorarla. Me decía: "Noelia, para un buen libro lo suyo es no
cargarlo demasiado, ni exagerarlo; pierde el realismo. Lo mejor es
que el lector imagine." Un día, después de clase, en las
escaleras me preguntó "¿Sabes por qué un libro es mejor que
una película?" A lo que me quedé callada y enseguida se
contestó: "Porque la película tiene las mismas imágenes para
todos los espectadores; sin embargo, en un libro cada lector proyecta
una escena única y diferente en su cabeza."
Siempre
he tomado sus palabras como una oportunidad para avanzar. Como
escritor lo calificaría como un indomable, cuando se rebelaba en sus
poemas y dejaba fluir toda esa belleza que poseía en su interior en
forma de versos.
Ahora,
todos estamos aquí reunidos, porque hemos formado parte de su
historia, unos más que otros. Sinceramente, esto ha sido una espina,
y nos acompañará a lo largo de nuestra vida. Desde luego para mí
lo es. Todavía tengo la esperanza de encontrarle por los pasillos
del instituto.
Pero
escuchad, a pesar de todo, ya nada se puede hacer, excepto pensarle.
Imaginarnos a Eduardo haciendo lo que más le gustaba, feliz. En
parte él aún sigue aquí, pues un trocito de él yace en cada uno
de nuestros corazones.''
NOELIA
CANOVACA
2º
Bachillerato C
Al
terminar el acto, su viuda y amigos, inauguraron la Biblioteca del
Centro, ofrecida ahora a la figura del poeta, profesor de Filosofía
y compañero Eduardo García, vinculado para siempre con el instituto
Blas Infante, donde enseñó en sus últimos años de vida.
Biografía
sucinta
Eduardo
García Pérez nació en Sao Paulo en 1965, hijo de padres madrileños
que emigraron a Brasil. Cuando tenía siete años, la familia volvió
a España y ya solo regresó a Brasil de tarde en tarde. En Madrid
estudió Eduardo García la EGB y el bachillerato. En su Universidad
Complutense cursó la carrera de Filosofía, especialidad en
Estética. En 1991 superó las pruebas de profesor en Andalucía y
obtuvo plaza en un instituto cordobés. Aquí conocería a quien
fuera su esposa, Rafaela Valenzuela, y el amor ya no lo separó de
esta ciudad. Enseñó durante muchos años en el IES Averroes. En
2010 recaló en el IES Blas Infante. Enseñó, escribió y amó como
lo hizo siempre en su vida. Pero en septiembre de 2015 un dolor le
atravesó el alma. Con su cara de ángel bueno soportó la enfermedad
con estoicismo. Mejor, con displicencia. En abril, la enfermedad lo
venció, pero no se llevó sus palabras, que resuenan en sus libros,
ni sus poemas, que golpean el pecho de sus lectores, ni sus
recuerdos, ni sus amigos. La biblioteca del Instituto llevará desde
ese día su nombre.
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