Vista de la Alhambra de la ciudad de Granada, la ciudad enamorada
HOY
VUELVO A LA CIUDAD ENAMORADA
Hoy vuelvo a la ciudad enamorada
donde un día los dioses me envidiaron.
Sus altas torres, que por mí brillaron,
pavesa solo son desmantelada.
De cuanto yo recuerdo, ya no hay nada:
plazas, calles, esquinas se borraron.
El mirto y el acanto me engañaron,
me engañó el corazón de la granada.
donde un día los dioses me envidiaron.
Sus altas torres, que por mí brillaron,
pavesa solo son desmantelada.
De cuanto yo recuerdo, ya no hay nada:
plazas, calles, esquinas se borraron.
El mirto y el acanto me engañaron,
me engañó el corazón de la granada.
Cómo
pudo callarse tan deprisa
su rumor de agua oculta y fácil nido,
su canción de árbol alto y verde brisa.
su rumor de agua oculta y fácil nido,
su canción de árbol alto y verde brisa.
Dónde
pudo perderse tanto ruido,
tanto amor, tanto encanto, tanta risa,
tanta campana como se ha perdido.
tanto amor, tanto encanto, tanta risa,
tanta campana como se ha perdido.
ANTONIO GALA (Córdoba, 1930). De Poemas de amor, 1997.
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